Más allá del scroll: El derecho a la privacidad frente a la minería algorítmica de datos

El pasado 10 de septiembre de 2025, en Universidad Católica Argentina, Joan nos desafío con una pregunta: ¿qué tan libre sos realmente cuando cada decisión que tomás pasa por un algoritmo?

La actividad fue organizada por el Centro de Investigación del Impacto Social y Político de la IA (Centro IA) y Departamento de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales, UCA.

La actividad formó parte de la agenda académica y de expansión del Centro IA de la Facultad, que busca abrir espacios de reflexión crítica sobre los desafíos sociales y humanos en la era digital.

La presentación estuvo a cargo de Roberto Aras, decano de la Facultad y responsable del Centro IA. Participaron Juan Martín Lopez Fidanza, coordinador del Centro IA, y Paola Dellepiane, docente del Departamento de Educación y colaboradora académica de dicho Centro.

Joan Cwaik, reconocido divulgador tecnológico y autor del libro El algoritmo: ¿Quién decide por nosotros?, en una amena conversación, advirtió sobre el rol invisible de la tecnología en la vida cotidiana. Así, los algoritmos no son sólo códigos, sino arquitectos invisibles de nuestra cosmovisión.

En un mundo de “burbujas de filtro”, el debate tuvo algunos disparadores inciales: ¿es la hiperpersonalización una herramienta de conveniencia o una forma sutil de control político? ¿Cómo educar a la ciudadanía para que sea más consciente y crítica de la información que consume?

Joan Cwaik, reconocido divulgador tecnológico y autor del libro El algoritmo: ¿Quién decide por nosotros?, en una amena conversación, advirtió sobre el rol invisible de la tecnología en la vida cotidiana. Así, los algoritmos no son sólo códigos, sino arquitectos invisibles de nuestra cosmovisión.

En un mundo de “burbujas de filtro”, el debate tuvo algunos disparadores inciales: ¿es la hiperpersonalización una herramienta de conveniencia o una forma sutil de control político? ¿Cómo educar a la ciudadanía para que sea más consciente y crítica de la información que consume?

La dualidad del algoritmo está presente: puede ser una herramienta útil o una amenaza para la privacidad.

Con ejemplos de la vida privada, laboral y social, Cwaik mostró cómo los algoritmos moldean decisiones en el amor, la amistad, el entretenimiento, el trabajo e incluso la política. “El problema no es que el algoritmo sepa todo de vos, sino que vos sepas cada vez menos de vos mismo”, sostuvo.

Uno de los momentos más resonantes fue cuando habló de la ansiedad como una constante de la vida digital. “Vivimos en modo alerta, buscamos distracción y encontramos más ansiedad. El algoritmo no te obliga: te seduce ¿El costo? Tu paz mental”.

Frente a este contexto, propuso una salida posible: recuperar la pausa, habitar la incomodidad y, sobre todo, “hackear el algoritmo” como forma de reapropiación del deseo y de la vida misma.

Cwaik llamó a recuperar la pausa como acto de “rebeldía”. Entre notificaciones, feeds infinitos y métricas que parecen gobernar cada paso, su propuesta final fue clara: no se trata de vivir desconectados, sino de vivir despiertos.

Resultó un espacio ameno de intercambios y reflexiones, un llamado a pausar en medio del scroll infinito.

La actividad cerró con una invitación, en palabras de su autor:

¿y si hackear no consiste solo en desconectarnos o engañar al código sino en volver a pensar nuestra relación con el tiempo? La lógica algorítmica busca optimizarlo todo, traduce cada instante en datos que deben ser aprovechados, monetizados, convertidos en clicks o métricas. Pero nosotros podemos elegir el tiempo de otra manera…” (Cwaik, 2024, p.225).

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